LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD: LIDERAR EQUIPOS HÍBRIDOS

Que los tiempos han sufrido un vuelco hacia la extrañeza no puede ocultársele a nadie. Ha ocurrido en todos los órdenes de nuestras vidas y lo que es infinitamente peor, ha ocasionado millones de fallecimientos. En lo que toca al trabajo, esta “rarefacción” se expresa sobre todo en el surgimiento, casi como si de una cordillera se tratase, del teletrabajo. Los equipos, como hemos comentado en otros posts, se ven separados y con los sistemas relaciónales desechos o al menos averiados: la charla de pasillo apenas existe y siempre está mediada, como debe ser, por la mascarilla: se quiera o no, son señales de alejamiento y frialdad.

¿Qué hacemos si somos los responsables de liderar en estas condiciones o si queremos contribuir al bienestar de todos? Lo primero es entender que ahora transitamos por un territorio más autónomo, lo que nos confiere libertad pero también responsabilidad sobre más deciones, de más calado. Eso es bueno pero para algunas personas puede suponer una fuente de tensión. Un líder debe poder proporcionar el mapa de trabajo para que quede acordado un marco mínimo. De ese modo, no se saltarán las habilitaciones para elaborar una decisión de manera razonada y lo más segura posible. Es decir, con un proceso clarificado.

“Los tiempos han sufrido un evidente vuelco hacia la extrañeza”.

En segundo lugar, debemos asegurar que nadie es olvidado en este entorno. Es decir, que se promueve la visibilidad de todos, porque en una reunión virtual, por ejemplo, muchas señales de orden jerárquico se pierden, y los perfiles más respetuosos o introvertidos pueden tener dificultades para ser vistos, lo que atentará contra la idea de igualdad. 

Por último, y no solo y no menos importante, hay que asegurar que el sentimiento emocional común está sano. No está de más preguntar por asuntos que no sean puramente profesionales si nos sentimos habilitados para ello. Siempre eso sí, asegurando que el entorno es el adecuado (por ejemplo, cuidando el simbolismo sobre la relación de poder entre dos personas que se comunican mediante videollamada para que no sea excesivo o haciéndolo de manera individual, no en reuniones de grupo). Tras ello subyace la idea de fraternidad. 

Libertad, igualdad, fraternidad. Una idea revolucionaria, claro. Si quieres pensar o actuar sobre ello, contáctanos